EL CASO DE LA HILADA A MODO DE “PUENTE SOBRE ARENAS TURBULENTAS”

El abnegado trabajo de una hilada de borde con medio cuerpo dentro y medio cuerpo fuera

No sé por qué, cuando vi este porche, me vino a la cabeza la canción del “puente sobre aguas turbulentas” de Simon y Garfunkel. Había un forjado delimitado por un muro de contención perimetral. Era evidente que las medidas de la superficie a solar, no eran múltiplo exacto de las dimensiones de cada baldosa. Y en lugar de replantear para que la hilada incompleta quedara junto a la pared interior, desconozco si por iniciativa propia del solador o con la conformidad de la Dirección Facultativa, se optó por colocar la última hilada a modo de puente parcialmente colocado sobre el terreno exterior al vaciado. Y ahí quedó… (I will lay me down like a bridge over troubled water)

La importancia de la correcta compactación de los taludes derivados de un vaciado de sótanos

La ejecución de un edificio con sótanos, implica la realización de un vaciado en el terreno y la construcción de un muro de contención perimetral [se denomina vaciado al molde a practicar en el terreno para ubicar el volumen ocupado por las plantas bajo rasante de un edificio].

El vaciado realizado, hace que las tierras que lo bordean, queden formando taludes oblicuos durante el proceso de construcción, en función de su pángulo de rozamiento interno [se denomina ángulo de rozamiento interno a la pendiente natural de un talud de terreno en función de la mayor o menor coherencia de los elementos arenosos y arcillosos de que esté compuesto].

Tras realizar el muro de contención que rodea el vaciado de los sótanos, para hacer transitable esa franja de terreno hay que proceder a su relleno.

Cualquier operación de relleno de tierras implica el correcto compactado de las tongadas que se van realizando [se denomina tongada a cada una de las capas o estratos de altura variable entre 30 y 50 cm que son sometidas a compactación, para realizar un relleno de tierras].

Cuando no se compacta bien, el terreno baja siempre

Cuando un terreno no se compacta de modo conveniente, la lluvia que periódicamente cae sobre él, va arrastrando hacia abajo las partículas de tierra, rellenando las oquedades que estén sin compactar, produciendo un progresivo descenso de la cota superior.

Cuando las baldosas de la hilada perimetral del pavimento cargan parcialmente sobre una tierra mal compactada y parcialmente sobre una base firme como es el forjado de techo de planta sótano, el progresivo descenso de las tierras produce alabeos.

Estos alabeos terminan produciendo la deformación del solado y la rotura de las baldosas.

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